domingo, 2 de diciembre de 2012

Cine con mayúsculas

TÍTULO: Origen

AÑO: 2010

PAÍS: Estados Unidos/Reino Unido

DIRECTOR: Christopher Nolan

GUIÓN: Christopher Nolan

REPARTO: Leonardo di Caprio (Dom Cobb), Joseph Gordon-Lewitt (Arthur), Ellen Page (Ariadne), Tom Hardy (Eames), Marion Cotillard (Mal Cobb), Cillian Murphy (Robert Fischer), Dileep Rao (Yusuf), Ken Watanabe (Saito), Michael Caine (Miles)

Existen directores capaces de reunir repartos capaces de quitar el hipo con una facilidad pasmosa. Uno de ellos es Christopher Nolan. Nolan tiene también la habilidad de convertir en oro todo lo que toca. En estos tiempos de precuelas, secuelas y adaptaciones de juegos de mesa como "Hundir la Flota", apostar por una cinta de Nolan es apostar por cine de buena calidad y original. 

Origen es una muestra de lo referido ahí arriba: una idea original y fresca llevada contada por un director y unos actores brillantes. Nolan se reúne de sus actores fetiche (Joseph Gordon-Lewitt, Tom Hardy, Cillian Murphy,  Ken Watanabe o el siempre genial Michael Caine) para contar un thriller de ciencia-ficción que da un nuevo giro de tuerca al espionaje industrial. 

Origen cuenta la historia de Dom Cobb (Leonardo di Caprio) un ladrón de sueños que vive atormentado por las apariciones oníricas de su fallecida esposa Mal (Marion Cotillard). Cobb y su socio Arthur (Joseph Gordon-Lewitt) son contratados por Saito (Ken Watanabe) para que se infiltren en los suelos de Robert Fischer (Cillian Murphy) heredero de la empresa que compite con la de Saito. Cobb y su equipo deben de inducir ideas que lleven a la quiebra de la competencia de Saito. Lo harán introduciéndose en los sueños del joven ejecutivo gracias a un sistema llamado Origen, pero una vez dentro de los sueños de Fischer descubrirán que no va a ser tan fácil como esperaban. 


 Su increíble final y su excelente ritmo (uno desea que la película no acabe nunca) hacen de Origen una cinta excelente para ver. Fresca y original, con una acción bien racionada y un suspense que te mantiene en vilo durante toda la cinta, unida a una buena banda sonora. 

Los actores están colosales (sorprende ver como Leo di Caprio ha pasado de ser ídolo de las quinceañeras a escoger proyectos tan buenos como estos) y es genial ver a monstruos del celuloide como Michael Caine o Ken Watanabe compartiendo reparto. 

En resumen, una interesante cinta que aúna entretenimiento y calidad. Por que a veces cine de calidad no tiene que estar reñido con el taquillazo.
 


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